¡Ya tengo el borrador! Y ahora, ¿cómo le hago para corregir?

Sobre las distintos tipos de corrección y consejos para salir bien de este asunto

RECURSOS EDITORIALES

Bianca Pizano

3/27/20246 min read

MacBook Pro near white open book
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Estoy listo para corregir, pero... ¿por dónde empiezo?

¡Listo! Tu primer borrador está hecho. Ahora, después de haber navegado por el mar de emociones que implicó escribir tus ideas, caes en la cuenta de que queda un último paso, un último movimiento de varita mágica para conseguir una obra de calidad: la corrección.

Como nota al margen: no es buena idea escribir y corregir al mismo tiempo, ya que son procesos cognitivos totalmente distintos. Incluso hay quienes dicen que deberían realizarse en espacios diferentes.

Señalado lo anterior, ¿por dónde comenzar? ¿Qué y cuándo se debe corregir? ¿Quién debe corregir mi texto? ¿Con una corrección basta? ¿Por qué debería contratar un corrector profesional?

Que no cunda el pánico. Desmenucemos este asunto.

La corrección del manuscrito

Bueno, primero lo primero, ¿por qué no puedo solo dar click en el corrector automático que viene en cualquier procesador de texto?

Pues, si bien es una herramienta útil para detectar errores ortográficos básicos y sugerir correcciones gramaticales simples, corregir de manera personal garantiza una revisión más completa, precisa y contextualizada del texto, mejorando su calidad y efectividad comunicativa.

El corrector automático se basa en reglas predefinidas y algoritmos para identificar inconsistencias, pero a menudo no considera errores contextuales y de sentido. Una persona tiene una mejor comprensión del contexto, de errores gramaticales complejos y, de igual manera, puede mejorar el estilo y asegurarse de que haya coherencia en la terminología, el tono y la estructura del escrito. Esto es especialmente importante en textos largos o difíciles, como ensayos, informes o libros.

Además, los correctores automáticos no siempre detectan problemas de formato, como citas incorrectas, errores en las referencias bibliográficas, problemas de sangría, espaciado incorrecto, entre otros aspectos relacionados con la presentación del texto. Un corrector humano puede identificar estos fallos y sugerir cambios para mejorar la comprensión lectora.

Tipos de corrección

Bien, entonces vamos a dedicarle su tiempo; es hora de la corrección… bueno, en realidad son varias las etapas de corrección, y en cada una se atiende a aspectos distintos de la lengua.

Corrección de contenido

Es conocida también como la corrección del original. Si el tipo de obra lo requiere, esta primera etapa se enfoca en revisar el contenido del texto: redacción, argumentación, verificación de datos. Por ejemplo, para libros de ficción se abordan problemas de fondo en la historia, la trama, el arco de los personajes, la estructura y el ritmo.

De no requerirse, se hace un «tallereo» donde se revisa la semántica, gramática, anacolutos, solecismos, concordancia y puntuación.

Corrección de estilo

A diferencia de su lector, un autor sabe lo que quiere decir; el texto se convierte entonces en un traductor de ideas, por eso es necesario detectar si lo que leemos transmite la intención del autor y se expresa tal y como él lo quiere decir.

Un corrector de estilo se asegura de que el mensaje llegue al lector de la mejor manera posible, respetando el estilo del autor. Así que se ocupa de la sintaxis, la coherencia, cacofonías, ritmo y puntuación. Además, busca aumentar la riqueza léxica, eliminar muletillas y vicios léxicos y darle fluidez y adecuación al texto mediante recursos sintácticos como conectores del discurso, oraciones subordinadas, eliminación de pleonasmos, ubicación precisa de los antecedentes, etc. En fin, hace que el texto suene genuino en su lengua y que sea comprensible para el lector al que va destinado.

Corrección ortotipográfica

Igualmente conocida como corrección de primeras pruebas, se ocupa de errores técnicos en la forma del texto, como erratas y errores ortográficos, puntuación, tildes, dobles espacios, guiones, comillas, etc. El corrector ortotipográfico también procura revisar que estén unificados los criterios tipográficos según la norma del editor (uso de itálicas, negritas, mayúsculas, versalitas…). La corrección ortotipográfica es imprescindible.

Corrección de pruebas (finas)

También se conoce como prueba de galeras. Se hace sobre el texto ya maquetado. Aquí todavía pueden quedar errores de estilo, pero la corrección está más relacionada con las imágenes, los párrafos, la partición de palabras, los títulos, la paginación, notas, tipos de letra, etc. Es en esta instancia donde se controlan los ríos, las líneas viudas y las huérfanas.

De igual modo, hay que comprobar que no se ha movido nada respecto a la última revisión y cerciorarse de que los elementos gráficos tienen la calidad suficiente y son legibles. A pesar de que muchos autores deciden saltarse algún tipo de corrección, como una forma de abaratar costos, lo cierto es que este gasto suele resultar, más bien, en una inversión beneficiosa.

Por qué contratar un corrector profesional

Pero, ¿por qué contratar un corrector si puedo hacerlo yo? Pues, igual que cuando acudimos a mecánicos, estilistas o albañiles para mejorar la apariencia y funcionalidad de nuestras cosas, así el corrector vela por mejorar la calidad de nuestros textos. Sabemos que un corrector profesional tiene los conocimientos y destrezas requeridos para vigilar el uso de la lengua, subsanar equivocaciones y adecuar el uso del lenguaje al contexto y al público receptor. Además, después de trabajar constantemente el texto, a nuestro cerebro le será cada vez más difícil detectar problemas; un corrector puede aportar una lectura fresca y ojos entrenados.

«Nomás dale una checadita rápida»

Cada corrección requiere de, por lo menos, una lectura. Como cada corrección se enfoca en diferentes aspectos, la lectura también será diferente.

Si se acumulan los distintos tipos de corrección en una sola etapa, o si se omite alguno, la calidad del texto se verá afectada. Además, el orden de las correcciones no solo es importante, sino también esencial.

Supongamos que decides omitir las primeras correcciones y contratas a alguien solo para la corrección ortotipográfica. Entonces se dan cuenta de que el texto está lleno de anacolutos e incoherencias; miras esperanzado al corrector, pero él no arreglará esa parte, ya que lo has contratado solo para corregir la ortotipografía. Es como si lleváramos una prenda a un sastre y pagarle solo para que le arregle la bastilla, pero la prenda está llena de manchas y huele mal. Por más que le hagas ojitos y le hables bonito para que deje la prenda arreglada y limpia, ¿qué crees que diga el sastre ante ese trabajo extra?

Exacto :)

Bueno. Espero haber dejado una idea más clara de este importantísimo paso y de qué esperar de un corrector.

Consejos

A continuación se presentan algunos consejos a tomar en cuenta a la hora de contratar servicios editoriales:

Procura acordar previamente y de manera explícita el grado de intervención en el documento. Si tienes dudas sobre qué necesitas, puedes solicitar a tu corrector una evaluación del texto y un presupuesto detallado que incluya cada una de las correcciones sugeridas.

Considera que existen servicios adicionales que generalmente no están incluidos en la corrección y que deben acordarse previamente con el corrector si decides solicitarlos, como la elaboración de índices y bibliografías, verificación de datos con fuentes externas, cotejo con el original, traducciones, entre otros.

Se recomienda enviar el texto en Word, ya que es el procesador de texto preferido por la mayoría de los correctores profesionales. El formato PDF solo se aconseja en la etapa final de la corrección (primeras pruebas), cuando el texto ya está maquetado y listo para ser publicado.

Antes de encargar el trabajo:

  • Indica la longitud del texto en caracteres con espacios.

  • Precisa lo que esperas que mejore el corrector. Indica si tienes algún requisito concreto: el tono del texto, algo que no quieres que se cambie, variaciones regionales de lengua, tildes, palabras que prefieres que no aparezcan, etc.

  • Manda el texto completo, de lo contrario, detalla si hay tablas, bibliografía o cualquier otro elemento que no sea texto seguido. Asegúrate de enviarlo lo más limpio posible: sin tabulaciones ni resaltes al azar. Si consideras necesarios algunos resaltes (cursiva, negrita, mayúsculas), házselo saber al corrector y explícale el criterio aplicado.

  • Confirma que aceptas el presupuesto, las condiciones de pago y los plazos de entrega.

Ojalá te haya resultado útil esta información :) Ya sabemos la importancia de corregir tu texto para presentarlo con la calidad que merece. Ahora, si valoras lo suficiente tu obra y la economía te lo permite, te aconsejo contratar otro par de ojos especializados y entrenados para esa parte de tu trabajo como escritor.

Encuentra editores y correctores en redes como Linkedin, Workana o en páginas personales (como licantropoeditorial.com 😀).

En Licántropo editorial podemos ayudarte con la edición, corrección y maquetación de tus escritos. Échale un ojo a nuestro apartado de servicios editoriales, o si lo prefieres, contáctanos:

Fuentes consultadas:

https://www.fundeu.es/wp-content/uploads/2017/12/decc3a1logo_correccic3b3n.pdf

https://www.unaeditora.com/la-correccion-de-novela-y-el-corrector-de-textos-profesional/